Cuando una pareja, o uno de sus miembros, llega a consulta alegando problemas en sus relaciones sexuales, muchas veces cree que éste es el único tema a tratar, o que con unos pocos consejos su vida sexual mejorará enormemente.

Lo que muchas personas no entienden es que, tras un problema sexual, normalmente existe un conflicto de pareja o personal que hay abordar.

Tener relaciones sexuales en el embarazo es una idea que muchas parejas rechazan por miedo a las posibles consecuencias negativas para su bebé. Sin embargo, esta creencia está basada en mitos que, la mayoría de veces, no son reales. El bajo deseo sexual es uno de ellos, y aunque pueda estar ocurriendo en vuestra situación, lo importante es que seáis capaces de seguir trabajando en vuestra relación.

La práctica sexual sirve para acumular experiencia y conocimiento práctico sobre este instinto tan potente, lo cual curiosamente nos ayuda a no caer tan fácilmente en sus redes.

La práctica genera capacidad de control.

Es por ello que la experiencia sexual previa se muestra como un factor estabilizador de las relaciones de pareja.

Si ya has leído “¿Fracasan todas tus relaciones? Analiza tu apego” y has conseguido identificar, de forma orientativa, tu estilo personal de apego, puede que te resulte curioso saber cómo se relaciona el tipo de apego de cada persona con su forma de ser en el terreno sexual.

Los tiempos han cambiado. Existe más igualdad de género, y tanto hombres como mujeres nos dedicamos de forma más equitativa a asuntos laborales y tareas del hogar.

Este reparto de roles ha influido siempre en la vida de las parejas, pero el cambio que se ha producido en los últimos años puede hacer que también las relaciones sexuales se vean afectadas.

Página 3 de 6
Go to top