Desmitificando creencias erróneas en alimentación (segunda parte) Destacado

    Desmitificando creencias erróneas en alimentación (segunda parte) © Depositphotos.com/PATRIK

    Desmitificando creencias erróneas en alimentación (segunda parte)

    Como ya comenté en mi anterior artículo, existen tantas falsas creencias alrededor de lo que comemos que se podrían llenar páginas y páginas.

    Yo no voy a ser demasiado alarmista y sólo voy a nombrar una pequeña muestra de las que considero más arraigadas.

    1-. Para perder peso hay que dejar de comer hidratos

    Aparte de ser completamente falso es un error garrafal que puede llegar a poner nuestra salud en peligro.

    Los hidratos de carbono suponen la base de la alimentación y lo ideal es que con ellos se cubran el 55-60% de las necesidades calóricas de la dieta. Un plan de alimentación exento de ellos conlleva que la dieta sea estrictamente hipocalórica (con lo que se consigue el denominado efecto rebote al volver a las necesidades calóricas normales) o bien que la alimentación sea rica en proteínas y grasas (que, aparte de contribuir con un mayor aporte de calorías a la dieta, también privan al organismo de nutrientes esenciales con el consiguiente riesgo de desarrollar una deficiencia nutricional).

    No hay que olvidar que órganos tan vitales como el cerebro, el corazón y los músculos precisan de glucosa para su correcto funcionamiento. De carecer de ella, consumirán los depósitos grasos y liberarán cuerpos cetónicos, los metabolitos tóxicos de las grasas.

    2-. La patata engorda

    La patata y el pan son, sin quererlo, los alimentos más odiados del planeta. A menudo excluidos de las dietas y con propiedades “engordantes”, son también los alimentos más antiguos y completos.

    El falso mito de que la patata engorda lleva años cobrando vida. La patata no engorda: es más, aporta menos de 80 kilocalorías por 100 gramos, no contiene grasas y es rica en agua y potasio, por lo que es de especial interés para individuos hipertensos. ¿Qué más se puede pedir?

    3-. Saltarse comidas ayuda a perder peso

    Cuántas veces te habrás levantado y habrás dicho: “Hoy no desayuno y así resto calorías al cuerpo” o  “no voy a cenar porque me acuesto pronto y no lo quemo”. ¿Y qué ha pasado poco tiempo después? La ansiedad, los ataques de hambre, el picar entre horas…

    Todo está relacionado. Necesitamos el desayuno para garantizar la energía a lo largo de la mañana. También la cena, puesto que, aunque no realicemos esfuerzos físicos, nuestro cuerpo sigue trabajando mientras dormimos.

    En cualquier dieta es imprescindible realizar las cinco comidas y que éstas incluyan cantidades moderadas de cada grupo de alimentos.

    4-. Los productos light me garantizan el comer lo que quiera sin engordar

    Nutricion-Desmitificando-creencias-II-2

    Antes que nada se ha de dejar bien claro lo que significa el termino light. Estos alimentos son los que presentan un 30% como mínimo menos de calorías que otros productos similares. Por tanto, no garantizan que apenas aportan calorías: sí las aportan, aunque en menor medida, y también aportan grasas.

    Pongamos un ejemplo. Las patatas fritas light de la marca Matutano aportan 460 kilocalorías y 21 gramos de grasa por cada 100 gramos. Las normales tienen un aporte energético de 530 kilocalorías y 35 gramos de grasa.

    Queda claro que, puestos a elegir, las light parecen más “saludables”, pero comerte una bolsa entera no va a garantizarte que te mantengas en el peso.

    5-. Los alimentos “bio” y ecológicos son más sanos

    Ésta es una mentira a medias. Los alimentos “bio” y los ecológicos presumen de carecer de aditivos artificiales, pesticidas y antibióticos. De estar correctamente homologados, esto es cierto.

    Pero a nivel nutricional, los aportes son más bien semejantes a los productos convencionales. Por ello, si queremos ahorrar tóxicos al organismo, son es una buena alternativa, siempre que seamos conscientes de que el valor nutricional es el mismo.

    Con todo esto, me parece que debe quedar bien claro que actualmente circulan una serie de errores acerca de la alimentación que no son para nada ciertos.

    La clave para hacerles frente es partir de una información correcta y, sobre todo, impartida por profesionales de la salud y avalada por estudios certificados.

    ¡Compártelo si te ha gustado!

     
    Go to top