Cuida de tus dientes desde la alimentación
Además, lo más preocupante es que, debido a los malos hábitos en la infancia, la caries afecta a un elevado porcentaje de la población infantil. ¿Sabías que lo que comemos tiene mucho que ver en su aparición?
Mis dientes tienen caries: ¿Qué la causa?
Los principales factores involucrados en la caries son:
- Existencia de microorganismos en la placa dental.
- Presencia de hidratos de carbono fermentables, es decir, azúcares utilizados por las bacterias bucales para producir ácidos, disminuyendo así el pH de la placa.
- Consumo frecuente de caramelos, dulces viscosos, miel y bebidas azucaradas, por lo que se aumenta el tiempo de contacto de estos hidratos fermentables con los dientes, sobre todo en caso de higiene dental deficitaria.
- Susceptibilidad de cada persona según las características de sus dientes y saliva, condicionadas por la herencia, estado nutricional y concentración de fluoruro disponible en el fluido oral y el esmalte.
¿Están los alimentos implicados?
La respuesta es sí. Aunque no se conoce todavía cómo determinados alimentos producen la caries, sí se sabe la implicación de su acidogenicidad (cuánto disminuye un alimento el pH de la placa después de su ingestión).
Resulta importante recalcar que la caries se debe a la interacción de varios factores, como ya he comentado anteriormente, pero en general los alimentos más cariogénicos son los más acidógenos y viscosos como las uvas, dátiles, frutos secos dulces, galletas, bollería, chocolate con leche, snacks y patatas fritas de bolsa (chips).
También hay alimentos que no inciden en el pH de la placa o que incluso tienen la habilidad de prevenir un descenso en el pH de la placa, como las verduras y hortalizas en general, carne, pescado, queso y cítricos.
Algunas recomendaciones para cuidar tus dientes
No sólo los alimentos que ingerimos interfieren en la formación de la caries, sino también la deficiencia en nutrientes esenciales como las vitaminas A, C y D, proteínas, calcio, yodo, fosforo y fluoruro.
Es así sobre todo en los más pequeños, puesto que son nutrientes que afectan al tamaño, forma y composición de los dientes, función salival y tamaño de la mandíbula.
Los alimentos que contienen carbohidratos fermentables (los ricos en azúcares y almidón) están implicados en la formación de la caries dental, sobre todo cuanto mayor es su frecuencia de consumo y el tiempo que permanecen en contacto con la boca.
Es por ello que conviene evitar su consumo entre comidas y no conservar caramelos o dulces viscosos en la boca.
Eso sí: está recomendado el masticar chicle después de las comidas puesto que contribuye a neutralizar los ácidos por el mayor flujo de saliva que provoca.
También es esencial tener una adecuada limpieza dental (cepillado o enjuagues con flúor) que ayude a destruir los microorganismos o a eliminar la placa, siempre después de las principales comidas.
Recordemos que la caries no es sólo un problema estético, sino también sanitario, económico y social, por lo que es recomendable, sobre todo en la primera edad, un consejo dietético personalizado, un seguimiento de prácticas adecuadas y el uso de terapias dentales preventivas.