Mitos y realidades sobre frutas y verduras
Te contamos los principales mitos y realidades sobre las frutas y verduras de verano que diversos nutricionistas han recopilado.
¿Mejor con piel o sin piel?
La piel de las frutas y verduras tiene muchas más vitaminas, micronutrientes y antioxidantes que el resto del alimento. También acumula más fibra, favoreciendo el tránsito intestinal y ayudando a las personas con estreñimiento.
Puede regular el nivel de glucosa y de colesterol en sangre, pues impide su rápida absorción. La manzana es un claro ejemplo de esto: si la pelas, tiende a estreñirte; si la comes con piel, sucede lo contrario.
Por tanto, es aconsejable comer las frutas y verduras con piel, lavándolas siempre previamente para eliminar cualquier sustancia nociva.
Alimentos que broncean
Existe la creencia popular de que ciertas verduras o frutas ayudan a broncear más rápidamente la piel.
Hay que saber que el color anaranjado de estas frutas y verduras se debe a los ß-carotenos, compuestos antioxidantes y precursores de la vitamina A que no broncean pero sí protegen a las células de la piel de las radiaciones solares.
Aun así, no confíes sólo en las frutas coloreadas (zanahorias y melocotones) para protegerte del sol: también debes utilizar cremas protectoras adecuadas a tu tipo de piel
Comer melón por la noche
¿Qué tiene de cierto el refrán popular “el melón por la mañana oro, por la tarde plata y por la noche mata“? Es cierto que el melón y la sandía son de las frutas más ricas en agua.
Si se toman en grandes cantidades y en poco tiempo pueden llenarte el estómago de agua y diluir los ácidos estomacales, provocando que la digestión sea más pesada y duradera.
Pero esto también le puede ocurrir a cualquiera que beba mucho durante las comidas. Por tanto, no hay ningún problema en que comas estas frutas por la noche, siempre que sea con moderación.
Hay frutas que puedes comer si estás haciendo dieta
Dentro de la familia de las frutas existen algunas que tienen un poco más de azúcar que la media, como el plátano, el melón, las cerezas, las uvas y los higos. Eso no quiere decir que engorden: lo que hay que controlar son las cantidades que especifique el nutricionista.
El plátano es una de las frutas más ricas en potasio, y su pulpa contribuye a reducir el colesterol sanguíneo; el higo es rico en fibra y sirve como laxante natural; las uvas, en especial las negras, poseen resveratrol, un potente antioxidante que protege el aparato cardiovascular y combate el envejecimiento; por último, el melón es un excelente diurético, depurativo y rehidratante.
Cómo cocinar las verduras
Las verduras pueden perder sus propiedades si se cuecen más de la cuenta, ya que algunas vitaminas (la vitamina C, vitamina B1, la B3, la B5 o el ácido fólico) son sensibles a las altas temperaturas.
Todas las vitaminas hidrosolubles se pierden con el agua de cocción, por lo que es importante poner el agua justa y reutilizar la sobrante en forma de caldo o de sopa.
Puedes optar por cocciones al vapor, que conservan mejor el contenido vitamínico y mineral.
Un buen consejo es introducir las verduras en el agua cuando ésta esté hirviendo; así estarán menos tiempo expuestas a las altas temperaturas.
Por otro lado, es mejor cocinarlas con cáscara, pues la piel hará de capa protectora. Opta por cortarlas en trozos grandes; cuanta menos superficie esté en contacto con el agua, menos vitaminas se perderán.