Desmárcate de la obesidad

    Desmárcate de la obesidad © Depositphotos.com/Alain Cassiede

    Querido lector: doy por sentado que te interesa o te preocupa el tema de la nutrición (de lo contrario no estarías leyendo este artículo).

    Te doy la enhorabuena, porque un interés por la conveniencia de lo que comes, tanto en cantidad como en calidad, contribuirá sin duda a mejorar tu salud.

    Desmárcate de la obesidad

    Acabo de regresar de un viaje por el medio-oeste de los Estados Unidos de América, y me ha sorprendido la cantidad de personas, de todas las razas, de ambos sexos y de cualquier edad cuya obesidad resulta más que evidente.

    No los solíamos ver caminando por la calle, sino en los centros comerciales, generalmente sentados, y casi siempre en algún restaurante de comida rápida/comida basura, a menudo en grupos en los que casi todos, si no todos, eran obesos.

    Nadie que esté en su sano juicio quiere ser obeso, y sin embargo podemos considerar este desorden como una especie de epidemia que avanza en los Estados Unidos y en muchos países desarrollados.

    La obesidad en España

    En España, mientras que hace 25 años menos del 8% de la población adulta era obesa, actualmente este porcentaje supera el 17%, o sea, más del doble que hace un cuarto de siglo. ¿Por qué?

    La respuesta no es simple, pero es evidente que en un mundo de sobreabundancia, con comida disponible sin límites, es necesario resistirse a los impulsos que nos inducen a consumir lo que nos apetece en la cantidad que nos apetece. 

    ¿Qué podemos hacer para atajar la obesidad?

    Y para poder atajar estos impulsos son necesarias, a su vez, tres condiciones:

    1.- Ser consciente de la importancia de la nutrición.

    2.- Tener los conocimientos básicos necesarios que nos permitan distinguir los alimentos más adecuados.

    3.- Tener la capacidad de regirnos por la razón, y no sólo por la apetencia.

    Es lógico, por tanto, que el porcentaje de adultos obesos sea mayor en las capas sociales menos cultas y con menor nivel educativo, como demuestran, de manera irrefutable, todos los estudios científicos que se realizan al respecto, en cualquier país del mundo.

    Los estudios también demuestran que la obesidad está más extendida en las capas sociales más pobres, en parte porque coinciden con las menos cultas y educadas, y en parte porque la comida con mayor contenido calórico es también la más barata.

    Son muchas las estrategias que una sociedad puede poner en marcha para evitar que la “epidemia de obesidad” se propague, e incluso para reducir su incidencia.

    Pero, sin duda, una de las más eficaces a largo plazo será la educación nutricional de la población.

    Te doy la enhorabuena, querido lector.

    Puesto que estás aquí cumples, al menos, el primero de los criterios necesarios para mantener una alimentación sana: eres consciente de la importancia de la nutrición.

    El segundo y el tercero, si no los tienes todavía, no te impacientes: visita con frecuencia la sección de nutrición de El Portal del Hombre y poco a poco, casi sin darte cuenta, irás interiorizando pautas de alimentación y hábitos saludables que contribuirán a mejorar, lenta pero constantemente, tu salud física y tu calidad de vida.

    Así evitarás contagiarte de esta “epidemia” o, si ya lo estás, te podrás “curar” más fácilmente.

    Go to top