Pareja estable vs. Pareja inestable

    Pareja estable vs. Pareja inestable © Depositphotos.com/Apid

    Ya sabemos que todas las parejas se enfrentan a problemas y discusiones . Algunas consiguen sobreponerse a ellos y no dejan que afecten a la relación, pero otras los convierten en grandes conflictos que reinan en sus vidas. No dejes que ocurra esto en vuestra relación: implantad la estabilidad en la pareja.

    Pareja estable vs. Pareja inestable

    Existen muchos tipos de parejas dependiendo del grado en que predominan componentes fundamentales como la pasión, la intimidad, el compromiso o la comunicación.

    No obstante, si tomamos la definición de pareja dirigida hacia el ámbito de los conflictos podríamos hablar de dos grandes grupos: las parejas estables y las parejas inestables.

    ¿Cómo conseguir ser una pareja estable?

    La estabilidad en la pareja no significa exclusivamente la ausencia de conflictos. Es imposible evitar al completo que se produzcan problemas, pero sí se puede hacer algo cuando aparecen.

    Las parejas estables suelen ser expertas a la hora de evitar los conflictos, pero ¿cómo? La clave está en desdramatizar los problemas: la solución consiste en no darles una importancia que puede que no tengan.

    Muchas parejas saben que hay problemas que no merece la pena ni mencionarlos porque no suponen un gran obstáculo para la pareja, no implican un cambio negativo en ella y lo único que se consigue al sacarlos a la luz es agravar el conflicto.

    Estas parejas también cuentan con un gran punto a favor: se adaptan muy bien a los cambios propios de la relación, sobre todo si es duradera.

    La vida de la pareja cambia, igual que lo hacéis vosotros, y es muy importante adaptarse a estos cambios.

    Las parejas estables son muy flexibles en este aspecto; conocen muy bien las etapas que la relación atraviesa y tienen una muy buena capacidad para aceptar estos cambios y no dejar que afecten a sus vidas.

    Y, por último, la estabilidad no únicamente significa evitar conflictos y adaptarse a los cambios, sino también desarrollar lo positivo de la relación.

    Las parejas estables son más felices porque se valoran mucho el uno al otro, se aceptan tal y como son y realmente se aprecian.

    Estas parejas se respetan y potencian sus aspectos positivos, haciendo ver al otro que se le valora y sabiendo comunicar todo lo bueno que significa para él.

    ¿Cómo evitar ser una pareja inestable?

    En el extremo opuesto, la inestabilidad en las relaciones se caracteriza por propiedades totalmente contrarias. En este tipo de parejas predomina la hostilidad y la agresividad, incluso la rivalidad o la incompatibilidad.

    Las discusiones están instauradas en la relación: cualquier problema, por pequeño o insignificante que pueda parecer, se convierte en una gran discusión, aumentando las posibilidades de conflicto y de crisis en la pareja.

    La relación es completamente negativa, pues la dinámica se ha convertido en una búsqueda constante de conflictos para poner a prueba a la pareja.

    Obviamente, este estilo negativo no sólo es perjudicial en sí mismo, sino que impide que la pareja disfrute de buenos momentos que puedan relanzar la relación.

    La carga de problemas se hace mayor cada día, aumentando las dificultades para solucionarlos, con lo que, cada vez más, la pareja comparte menos momentos juntos positivos, con lo que tienen menos posibilidades de reforzar las cosas buenas que pueden hacer.

    La inestabilidad está íntimamente relacionada con un mayor riesgo de divorcio, en un tiempo en el que esto ocurre más que nunca.

    Las parejas hostiles y conflictivas no sólo tienden a separarse, sino que los momentos juntos en la relación son cada vez menos positivos, por lo que esa separación se convierte casi en la única solución.

    La estabilidad depende de la forma de afrontar los conflictos

    Por tanto, tened claro esto acerca de la estabilidad en la pareja: no tiene que ver con tener o no tener conflictos, sino con la forma en que se afrontan.

    De este modo, hay dos aspectos a tener en cuenta: el impacto que tienen dichos problemas en la relación y el manejo de los mismos por parte de la pareja.

    Así que, si queréis estabilidad y un buen mantenimiento de la relación, no hagáis siempre una montaña de un grano de arena, no ensalcéis las dificultades, quitad hierro a los asuntos que no lo merezcan, sed más flexibles y relajados y disfrutad al máximo de los momentos juntos; es la única manera de estabilizar la relación.

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