En contacto con tus emociones

    En contacto con tus emociones © Depositphotos.com/Vlue

    ¿Alguna vez has reprimido tus emociones? ¿Crees que serás más débil si muestras tus sentimientos? ¿Has crecido en un ambiente poco expresivo emocionalmente?

    Si es así, estás en tu derecho de cambiar y aprender otras maneras de actuar que mejoren la calidad de tus relaciones y te hagan sentir más cerca de ti mismo.

    En este sentido, las emociones vendrían a ser como la sal de la vida: aquello que llena de colores y matices tu vida y que hace que vivirla intensamente sea apasionante.

    En contacto con tus emociones

    La palabra emoción proviene del latín “emovere” e implica movimiento. Las emociones son la energía que pone en movimiento nuestro motor interno.

    Nos pueden llevar a levantarnos pletóricos a las seis de la mañana para trabajar en un proyecto, entrenar muchas horas al día para convertirnos en maestros de alguna disciplina o cruzar a pie toda la cordillera del Himalaya.

    Sin ellas nos comportaríamos como máquinas racionales que analizan que es lo mejor para ellas sin tener en cuenta a los demás.

    Además de ser ésta una manera de ir en contra del sistema del que formamos parte, nos desgastaríamos sin la energía necesaria para funcionar y cada vez nos sentiríamos más alejados de nosotros.

    Mostrar las emociones NO es signo de debilidad

    Hay muchas personas que funcionan así debido a que, en el paradigma reinante, quien muestra sus emociones es considerado débil.

    Se nos educa en un contexto en el que se favorece la contención emocional, y la expresión de los sentimientos sólo está bien vista en situaciones muy concretas.

    Al comportarnos así, vamos acumulando energía emocional hasta que el sistema, que somos nosotros mismos, se desborda. Llegados a este punto aparecen síntomas o enfermedades, avisos de que hay un desequilibrio del que nos conviene ocuparnos.

    Sin embargo, somos maestros en no hacernos caso a nosotros mismos y siempre encontramos excusas para no ocuparnos de ello o aplicamos remedios que simplemente resultan ser parches que alivian pero no solucionan la cuestión.

    Rompe las barreras emocionales

    Otra creencia muy extendida en relación a las emociones es que quienes las expresan se convierten en personas débiles e incapaces de afrontar los problemas cotidianos. Se confunde la debilidad con la vulnerabilidad.

    Si expresas tus necesidades emocionales serás más vulnerable y te expondrás a que los demás te puedan herir, pero por otro lado serás un ser humano más completo y aprenderás a crecer y a fortalecerte con las experiencias dolorosas.

    Si te creas una barrera emocional para protegerte del exterior te será más difícil que puedan herirte, pero por contra te estarás perdiendo una gran gama de experiencias enriquecedoras que son la esencia de la vida.

    Como algún sabio dijo, al final lo que realmente importa son los buenos momentos, aquellos en los que nos hemos expresado de manera auténtica y en compañía de nuestros seres más queridos.

     

    “Cuando debas elegir entre varios caminos, elige siempre el camino del corazón. Quien escoge el camino del corazón no se equivoca nunca”. Proverbio sufí. Tuitea esta frase

     

    Por todo ello te invito a que hagas un repaso de tus relaciones y de la manera que tienes de compartir tus sentimientos con tus seres queridos.

    Si trabajas sobre ello descubrirás cómo la calidad de tus relaciones mejora y vivirás tu día a día de manera más intensa.

    Recuerda que ningún ser humano es una isla y que, aunque pueda haber gente especial, las personas auténticas son escasas. 

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