El poder de tus creencias
Las creencias son principios o guías que nos ayudan a darle un sentido a nuestras experiencias. Nos ayudan a clasificar el entorno, los hechos que vivimos y las personas con las que nos relacionamos, incluidos nosotros mismos.
Tienen una importancia capital en nuestro comportamiento, y por tanto en los resultados que obtenemos.
Imagina por un momento que creyeras que tu jefe es un incompetente. Cuando tengas una reunión con él, ¿en qué te fijarás? En todo aquello que refuerce tu creencia.
Estarás al tanto de cada uno de sus fallos, los señalarás y los aumentarás para reconfortarte, llegando de nuevo a la conclusión de la que partías: “Mi jefe es un inútil.” Ahora, además, tienes nueva información que reafirma tu creencia.
Dado que vamos buscando la información que corrobora nuestras creencias, éstas se convierten en un importante filtro para seleccionar la información que obtenemos del entorno.
Nos conviene ser conscientes de las creencias que tenemos para darnos cuenta de cómo afectan a nuestra vida. Por ejemplo, si crees que eres demasiado viejo para empezar a hacer algo que te gusta, nunca te decidirás a comenzar con ello.
Si mantienes esta creencia muchos años, llegará un momento en el que se hará realidad; habrán pasado muchos años sin que te hayas decido a iniciar dicha actividad. ¿Qué creencia más útil podrías utilizar en este caso?
Eres dueño y señor de tus creencias, cámbialas cuando no te gusten
Por otro lado, ¿quién forma las creencias con las que riges tu vida? Tú mismo. La buena noticia es que si tú las incorporaste a tu vida, tú eres el capacitado para cambiar las que ya no te son útiles.
Las creencias se forman según nuestras experiencias vitales, sobre todo en la niñez y la adolescencia. Entonces somos más propensos a imitar figuras externas (familiares, amigos y profesores) y a asimilar sus creencias.
Además, al contar con menos experiencia vital, tenemos menos información para corroborar o rebatir las creencias que otros nos traspasan.
Si, por ejemplo, un niño es criado por unos padres que constantemente le recuerdan sus errores y le repiten la idea de que nunca llegará a ser nada por mucho que se esfuerce, ¿con qué creencias se desarrollará este chico? ¿A qué resultados le llevarán?
Revisa tus creencias e identifica las que te limitan
Es importante y conveniente revisar nuestras creencias para identificar aquellas que nos frenan y nos perjudican. Estas creencias limitan nuestras capacidades y nos impiden desarrollarnos, haciendo que vivamos una vida más pobre en opciones y posibilidades.
Además, puedes practicar la introducción de creencias positivas que aumenten tus recursos y te lleven a nuevas posibilidades.
Piensa en cómo vivirías tu vida si creyeses que eres digno de recibir mucho amor, que el éxito está a tu alcance o que eres una persona poderosa en todos los ámbitos de tu vida.
¿Crees que sería una vida que valdría la pena vivir?
Tanto si crees que puedes como si no, estás en lo cierto.
Henry Ford
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