Inteligencia social: la importancia de saber relacionarse

    Inteligencia social: la importancia de saber relacionarse © Depositphotos.com/Anpet2000

    ¿Has oído hablar de la inteligencia social? ¿Sabes cómo comportarte en las relaciones con los demás o eres de los que piensa que vive solo en el planeta?

    Vivimos en la época de las redes sociales y los contactos con otras personas, pero todavía hay gente que no es consciente de lo que ello significa.

    Inteligencia social: la importancia de saber relacionarse 

    El concepto de “inteligencia social” lo utilizó por primera vez el psicólogo Edward Thorndike en 1920, cuando escribió un artículo en el que resaltaba la importancia de las relaciones interpersonales.

    Hace casi 100 años que escribió esto: “La falta de inteligencia social puede convertir al mejor de los mecánicos de una fábrica en el peor de los capataces”. Hoy en día esa idea sigue estando vigente.

    ¿Alguna vez has estado cenando en un restaurante y has tenido que soportar que los de la mesa de al lado estuvieran celebrando un cumpleaños por todo lo alto sin importarles en absoluto que tú quisieras una velada tranquila? ¿Alguna vez has viajado en un autobús donde el de delante hablara con alguien por el móvil pensando que al resto de pasajeros os importaba su conversación? ¿Alguna vez has dejado pasar a alguien que tenía mucha prisa en la cola del supermercado y luego has visto cómo hablaba durante minutos con la cajera?

    Estos ejemplos de incompetencia social de la vida cotidiana están causados por la falta de visión de muchas personas, que viven enfrascadas en sus propias luchas personales y no son conscientes del impacto que sus comportamientos tienen en los demás.

    Las cinco dimensiones de la inteligencia social

    Karl Albrecht, autor del libro “Inteligencia social, la nueva ciencia del éxito”, nos habla de la capacidad de llevarse bien con los demás y conseguir que cooperen con nosotros.

    Divide este tipo de inteligencia en cinco dimensiones: la conciencia situacional, la presencia, la autenticidad, la claridad y la empatía.

    Si te pregunto, seguro que no tardas en decir el nombre de una persona que se caracteriza por tener siempre un comentario inoportuno o un comportamiento inadecuado cuando está en una reunión social.

    El origen de estas conductas suele estar en la ignorancia de la persona o en la falta de conciencia de la situación.

    El valor de saber callar

    Hay personas adultas que todavía no han aprendido cuándo deben hablar y cuándo es mejor mantener la boca cerrada.

    Esto, que al principio puede parecer gracioso o divertido, en algunas circunstancias puede conllevar grandes problemas a la hora de mantener relaciones de cualquier tipo.

    La idea de “presencia” se refiere a la forma en que afectamos en los demás a través de nuestro aspecto externo, bien sea por la apariencia física, la actitud, el lenguaje corporal o el modo de movernos por el espacio.

    Si somos capaces de mantener una buena presencia cuando nos exponemos delante de los demás seguro que nos resultará más fácil conseguir nuestro objetivo, ya sea trasmitir bien un mensaje, cerrar un negocio, conseguir una cita, pasar una entrevista de trabajo, etc.

    Amistad por interés, cero en inteligencia social

    Algunas personas tienen a entablar amistades con mucha facilidad, pero sólo con quienes pueden beneficiarles de algún modo.

    Son gente a la que no les importa manipular a los demás, o incluso dejarse manipular si con ello pueden conseguir lo que desean. También hay quien hace lo que sea por conseguir la aprobación de los otros.

    Este tipo de comportamientos están lejos de lo que sería una persona inteligente socialmente hablando, pues para ello uno debe ser sincero con los demás y honesto con uno mismo.

    Otro aspecto importante a la hora de relacionarnos es la claridad. Si quieres que los demás te entiendan y sientan que hablar contigo es agradable, tendrás que prestar atención a qué dices y cómo lo dices.

    Ser claro significa, por una parte, decir lo que uno piensa y pensar lo que uno dice, y por otro lado hacerlo de manera armoniosa.

    Hay persona que hablan tan deprisa que se atropellan a ellas mismas, y otras que hacen muchas pausas o se desvían del tema con facilidad.

    Aprender a comunicarnos correctamente con un lenguaje adecuado y una buena locución nos abrirá muchas puertas en los entornos sociales.

    Aprende a través de la observación

    Seguro que conoces a alguien que tiene un magnetismo especial con los demás, que parece conectar con todo el mundo y que hace que cualquiera esté dispuesto a cooperar con él.

    Muy probablemente sea una persona empática, que tiene en cuenta los sentimientos de los demás y sobre todo que trata a cada individuo como un ser único.

    Si piensas que tienes algún problema a la hora de relacionarte con los demás o te gustaría mejorar tus relaciones, te recomiendo que revises estas cinco dimensiones y te esfuerces en desarrollarlas.

    La inteligencia social es una capacidad que te conviene dominar si quieres desenvolverte con eficacia en la sociedad y si quieres que los demás te acepten, te respeten y te ayuden en tu propio crecimiento personal.

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    ¡Compartir es vivir!

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