Fuerza, resistencia, técnica y ¿velocidad? Entrenamiento para fondistas
¿Cómo planificamos?
Hablamos mucho de las etapas que tiene una temporada fondista, dándole importancia en algunas fases concretas de la misma a conseguir superar cierto volumen de entrenamiento, en otras a aumentar la intensidad del mismo y así favorecer la especificad de las sesiones…
Pero ¿y la velocidad? Efectivamente, ésta es igual de necesaria que el resto de parámetros y, como bien explica el preparador físico Octavio Pérez, “puede permitir a estos formidables deportistas ser o no recordados para siempre”.
La velocidad la encontramos en las carreras de medio fondo y fondo en diferentes momentos que pueden marcar la diferencia de un deportista a otro.
Toda esta capacidad depende, desde mi punto de vista, de lo que hayamos preparado al sistema nervioso para trabajar en esas condiciones.
¿Qué velocidad podemos entrenar para no dormir el funcionamiento de las fibras rápidas?
Sin adentrarnos en los diferentes tipos de velocidad (de reacción, de movimiento, frecuencial, explosiva, resistencia o supra-máxima) y cómo trabajarlas (series, cuestas, fartleks…) -pues necesitaríamos varios artículos para explicarlas-, me voy a centrar en la velocidad que también tiene nombre dentro de la resistencia: resistencia anaeróbica aláctica.
Considero que debe ser trabajada desde el día uno de la pretemporada hasta el día de la competición más importante de la misma, concretamente la potencia anaeróbica aláctica.
Además, puede y debe ser utilizada en todas y cada una de las sesiones semanales.
Esta velocidad es aquella que no tiene una duración superior a ocho segundos y que necesita una recuperación de dos minutos aproximadamente para pasar a la siguiente arrancada (podremos repetir el protocolo unas cinco o diez veces).
¿Cómo llevarlo a la práctica?
En mis planificaciones, los deportistas tienen sus sesiones divididas, como la gran mayoría, en un primer calentamiento, una parte principal (volumen o intensidad) y una vuelta a la calma o final de la sesión.
Pero para poder llegar con la velocidad necesaria a las fases pre-competitivas (semanas cercanas a la competición) de mayor intensidad, trabajamos desde el primer día unas pequeñas repeticiones de velocidad justo entre el calentamiento y la parte principal.
Éstas suelen depender del nivel del deportista, pero de forma general realizan entre cuatro y siete sprints (dependiendo del tiempo de que disponen para entrenar) de siete segundos con una recuperación de un minuto y medio entre cada uno de ellos.
Exceptuamos a los nadadores, que, por el medio en el que se mueven, realizan una recuperación de no más de treinta segundos para evitar enfriarse demasiado.
Hasta aquí mis consejos sobre la velocidad en fondistas. Espero que te hayan ayudado. Recuerda no permitir que tu sistema nervioso se duerma en ningún momento de la temporada, ni siquiera en las fases de mayor volumen.