Cómo potenciar conductas adecuadas
Parece algo muy obvio, pero no todos somos conscientes de lo importante que es potenciar las conductas adecuadas de los hijos. Muchas veces lo dejamos de lado precisamente por considerar que es así: obvio, normal y correcto, y que por ello no necesita una recompensa.
Estas conductas positivas necesitan ser potenciadas para que tu hijo vea que se aprecian, que tienen una consecuencia agradable para él y para que, por tanto, las aprenda y las repita en el futuro.
Además, se trata de un arma que os favorecerá en dos aspectos: en primer lugar, reforzará las conductas buenas de tu hijo, haciendo que se repitan más; y, además, las técnicas para aumentar conductas positivas cumplen la función de reducir las negativas al tratarse de conceptos opuestos.
Así que veamos de qué forma puedes conseguir incrementar sus conductas adecuadas.
Técnicas para aumentar conductas positivas
Las siguientes técnicas y métodos para aumentar conductas deseadas o adecuadas están basadas en la psicología conductual, muy eficaz en este aspecto.
Su piedra angular son las leyes del aprendizaje, por las cuales una conducta se repetirá en el futuro si las consecuencias de la misma son agradables para la persona que la realiza.
1.- Refuerzo positivo.
Ya vimos en Cómo conseguir que tus hijos hagan lo que no hacen -y en otros muchos artículos- que el refuerzo es el primer mandamiento de la educación.
Se trata de dar algo agradable y positivo justo después de la conducta que queremos que aumente.
Muchos padres pecan de regalar o premiar a sus hijos con cosas materiales (juguetes, dinero, comida, etc.), lo cual es muy positivo, pero no tiene por qué ser siempre así; en muchas ocasiones no podréis hacerlo.
Hay que aprender a reforzar con palabras, gestos, sonrisas, abrazos, actividades que gusten a tu hijo o con cualquier cosa que sepas que le va a hacer feliz.
Para ello tienes que conocerle muy bien y no ir siempre al fácil premio de las chucherías, porque así sólo aprenderá a apreciar ese tipo de refuerzo.
2.- Economía de fichas.
Se trata de un sistema de refuerzos basado en conseguir fichas que se canjearán por premios o recompensas posteriores.
Por ejemplo, si queréis que vuestro hijo se duche todos los días a la misma hora, se ponga el pijama solo y se coma todo lo del plato, podéis hacer que cada conducta realizada suponga una ficha.
Si al final de la semana tiene más de diez, conseguirá un premio; si tiene más de quince, otro mejor, y si tiene más de veinte, otro aún mejor.
3.- Contrato de contingencias.
Es un acuerdo entre padres e hijos, o también profesorado o psicólogo, por el cual el niño escribe en un papel (contrato) lo que queremos conseguir, y lo hace de esta forma: “Yo, (nombre del niño), me comprometo a (las conductas que se deseen)”.
Los padres, a continuación, harán la misma operación: “Yo, (nombre de ambos progenitores), me comprometo a (los refuerzos o recompensas por cumplir lo anterior)”.
Se acuerda una fecha para realizar el contrato y, finalmente, ambas partes lo firman.
Es una muy buena forma de potenciar las conductas positivas, pues están por escrito y se pueden ver a diario, y además los niños se motivan al concebirlo como un proceso más adulto, lo que promueve mayores compromiso y dedicación.
Estos métodos para lograr conductas adecuadas en los hijos requieren un gran esfuerzo por vuestra parte, pero conseguirán que vuestros hijos adquieran esos comportamientos que deseáis en ellos.
Por tanto, dedicadles el tiempo que sea necesario y solicitad ayuda psicológica para implementar estas técnicas correctamente.
Se trata de la educación de vuestros hijos, y no hay nada más importante que eso.