Gestionar las emociones negativas del desamor: el resentimiento Destacado

    Gestionar las emociones negativas del desamor: el resentimiento

     

    Perdonar es no odiar, es extinguir el rencor y los deseos de venganza. Es negarse a que el resentimiento siga echando raíces y no haga daño.
    Perdonar es un regalo que nos hacemos a nosotros mismos y a los demás, abriendo el camino de la comunicación y la transparencia.
    Perdonar es liberarse y crear bienestar para uno mismo y para quienes nos rodean.

    Walter Riso

    El resentimiento se genera a partir de una o varias situaciones en las que nos sentimos tratados de manera injusta, lastimados o humillados, y fuimos capaces de defendernos y de expresar nuestro enfado de forma asertiva. El rencor nos hace revivir, una y otra vez, la rabia y el dolor que lo acompaña. Si no se resuelve, acaba por enquistarse en lo más profundo de nosotros, llegando a amargarnos hasta impedirnos disfrutar plenamente de la vida.

    Albergar resentimiento hacia ese amor que nos dañó, además de afectar negativamente a nuestra salud, puede dificultar y/o deteriorar nuestras futuras relaciones sentimentales con otras personas que merecerían nuestra confianza y espontaneidad. Cuando mantienes el resentimiento hacia alguien, sigues amarrado a esa persona por un vínculo emocional negativo muy fuerte. Perdonar es la única forma de disolver ese vínculo dañino y librarse de ese peso que estás cargando.

    Algunas estrategias para superar el resentimiento:

    1.- Haz más consciente que nunca tu rencor: identifica hacia qué persona guardas resentimiento y qué te hizo para lastimarte u ofenderte. ¿Hasta qué punto esas ofensas son realistas o están siendo exacerbadas por tus emociones negativas?

    2.- No pierdas tu tiempo en emitir reproches que sólo servirán para empeorar la situación y quedarte enganchado al malestar.

    3.- Pon límite a las críticas. Criticar a esa persona te sirve para desahogarte a corto plazo, pero a largo plazo acaban por envenenarte

    4.- Deja atrás el pasado; gira tu mirada hacia el presente y el futuro.

    5.- Puede resultar terapéutico aceptar que la vida no siempre es justa.

    6.- Perdona. Ten en cuenta que perdonar no es sinónimo de olvidar. Olvidar no está en tu mano; el tiempo decidirá lo que recuerdes.

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