Gestionar las emociones negativas del desamor: la ira
La ira es como un caballo fogoso; si se le da rienda
suelta, se agota pronto por un exceso de ardor.
William Shakespeare
Algunas personas están convencidas de que la ira es absolutamente negativa, así que se empeñan en negarla o reprimirla. Sin embargo, esta idea es errónea. La ira es una emoción igual de válida que las demás, y sólo se vuelve negativa si la expresamos de forma incorrecta, mediante la violencia y el daño (a los demás y/o hacia uno mismo).
La ira reprimida tiende a somatizarse, causando enfermedades, insomnio, ansiedad e incluso depresión. Por eso, lo mejor es reconocerla, aceptarla como propia, enfrentarla y gestionarla.
Algunas formas sanas de desahogar y gestionar la rabia:
1.- Hacer ejercicio físico: bailar, correr, subir y bajar escaleras.
2.- En lugar de agredir verbal o físicamente a los demás, golpea un cojín o patea un balón o un colchón.
3.- Realiza ejercicios de relajación mental, como visualizaciones de paisajes y situaciones agradables.
4.- Acude a un lugar solitario (como el campo) y grita lo más fuerte que puedas. También puedes cantar con todas tus fuerzas. Otra opción es ir a las vías del tren y gritar a su paso, cuando tu voz se disimule con su sonido.
5.- Aprende a respirar profundamente, haciendo que el aire pase por la totalidad de tus pulmones, desde la parte baja a la parte alta, pasando por la parte media.
6.- Permítete un baño relajante, un masaje, tu película favorita…
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