Blai Pascual Alexandre

Entrenador Personal Titulado.

Graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.

Redactor en EPDH.

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¿Hacerse más grande o más fuerte? Ambos objetivos son totalmente respetables, pero ligeramente distintos.

¿Quieres seguir aumentando el área de tu pectoral o tus bíceps como te hablaba en el anterior artículo? ¿O quieres sentirte fuerte como el roble para poder aumentar el número de rosquillas en press-banca? Quizás eres de los que no se conforma con un solo plato y buscas ambos objetivos a la vez: ¿será esto posible?

A continuación te voy a mostrar un camino para cada uno de los objetivos que titulan este artículo con una alternativa que aúna ambos para los más ambiciosos.

Estamos de acuerdo en que la mayoría de la gente acude habitualmente al gimnasio con un objetivo puramente estético.

Muchas personas dedican miles de horas a aumentar los centímetros de sus músculos para poder comprar una talla más grande de camiseta al mes.

Y tú, ¿hace meses que no consigues hacerte más grande? ¿Crees que estás estancado?

En este artículo te voy a dar la clave para que consigas tu objetivo. Quizás necesites darle una vuelta de tortilla a tus entrenamientos, así que vamos a ello.

¿Aumentaré mi rendimiento? ¿Crecerá mi musculatura? ¿Me prepara este entrenamiento psicológica y fisiológicamente para el famoso “muro”?

Éstos son algunos de los debates que se escuchan en numerosas ocasiones, incluso entre entrenadores de alto nivel, cuando se habla de entrenar en ayunas.

Estamos ante un tema delicado que necesita especialistas de la nutrición junto a especialistas del ejercicio para reunir unas conclusiones claras y válidas.

Reuniendo la información más valiosa que conozco os voy a resolver las posibles dudas que tengáis sobre entrenar en ayunas.

Hasta hace un par de décadas, los especialistas apostaban por un “descanse” o un “evite mucho movimiento” y “controle bien la toma de medicamentos”.

No obstante, nos hemos adentrado en un cambio de paradigma en este sentido y cada vez es más evidente que el ejercicio físico controlado y prescrito correctamente es una herramienta clave en la mejora de la salud mental.

Sois muchos los que os ponéis en contacto conmigo buscando la respuesta correcta a la pregunta que titula este artículo. Realmente, ¿existe una única respuesta para todos? Lamentablemente, no.

Es cierto que lo más escuchado es que hay que realizar el cardio siempre antes que la fuerza; no obstante, como muchas veces hemos hablado antes, no hay una verdad generalizada para todos.

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