Cuatro pensamientos que matan la respuesta sexual

    Cuatro pensamientos que matan la respuesta sexual © Depositphotos.com/Mitrofan

    En los problemas sexuales, los pensamientos tienen un papel crucial. La gran mayoría de las disfunciones en el campo del sexo se deben a la interpretación que se hace de cada situación.

    Pensar de una forma determinada puede ser una gran lacra que dificulte enormemente las relaciones sexuales.

    Cuatro pensamientos que matan la respuesta sexual

    El sexo tiene diversas fases, ya sea en la excitación previa, en el acto en sí o el post-coito.

    En cada una de estas fases se produce una respuesta cognitiva por parte del organismo, es decir, una serie de pensamientos en relación a la situación en concreto, como respuesta a lo que está ocurriendo en ese momento.

    Si los pensamientos son de tipo negativo, como veremos a continuación, funcionarán como origen de problemas en las relaciones sexuales posteriores. Veamos los cuatro tipos de pensamientos distintos que pueden suponer una disfunción sexual:

    Tipos de pensamientos que matan tu sexo

    1.- Pensamientos de fracaso sexual

    Estos pensamientos son del tipo “no voy a tener una erección”, o “seguro que no duro nada”, o “seguro que no le gusta”. Es decir, cualquier pensamiento de decepción en el rendimiento sexual de la persona.

    Para superar este primer tipo de pensamiento negativo es importante saber que cada relación sexual es diferente a las anteriores, y en el caso de que se haya tenido una mala experiencia pasada no quiere decir que las siguientes vayan a ser iguales.

    No hay que presionarse ni esperar que ocurra lo que tanto se teme, pues la propia exigencia y la espera constante del fallo no hace más que aumentar las probabilidades de que ocurra.

    2.- Pensamientos de espectador

    Ya hemos visto que el concepto del rol del espectador en el sexo se refleja en pensamientos del estilo “¿lo estoy haciendo bien?” o “¿le estará gustando?”.

    Cuando estamos más pendientes de nuestro rendimiento y capacidad, y no tanto de disfrutar de la relación, decimos que dejamos de ser actores para convertirnos en espectadores de la relación sexual.

    Esto sólo se supera de una forma: hay que centrarse en el contacto físico con la otra persona, en las caricias, en cada estímulo físico que notes, en disfrutar plenamente del sexo y no verlo desde fuera, sino siendo partícipe y dejando las exigencias a un lado.

    3.- Pensamientos de distracción

    También ocurre que, al tener relaciones sexuales, a muchas personas les irrumpen pensamientos distractores de cualquier tipo, como problemas económicos, las tareas de casa, las obligaciones del trabajo, o las responsabilidades de los hijos, por ejemplo.

    Una cosa está clara: si la cabeza va a estar en otro lado, lo mejor es no hacerlo.

    Pensar demasiado en las relaciones y en cómo serán puede hacer que éstas fracasen, pero tampoco hay que irse al otro extremo de pensar en cualquier otra cosa que no tenga nada que ver.

    Hay que estar centrados en la relación sexual, en cada momento, en cada estímulo y cada contacto físico, en cada respuesta de la otra persona y en las tuyas propias; solo así disfrutaréis ambos.

    4.- Pensamientos de catástrofe sexual

    No siempre los pensamientos negativos van dirigidos hacia el rendimiento sexual de la persona, sino que también puede haber otros que influyan en estos problemas.

    Por ejemplo, pensamientos acerca de enfermedades de transmisión sexual, de posibles embarazos, del dolor que pueda experimentar la persona o incluso pensamientos de ser pillados o vistos por otras personas.

    Muchas personas tienen estos miedos, lo cual hace que sus relaciones sexuales se vean dañadas o interrumpidas, y hasta puede que lleguen a rechazar el sexo.

    Es muy importante tener una buena educación sexual y una correcta información acerca de todos estos aspectos.

    Pero, sobre todo, hay que entender que si se realiza todo de forma adecuada no hay por qué temer nada, y la única forma de superar un miedo es enfrentándose a él.

    Éstos son los cuatro tipos de pensamientos negativos que pueden estar dificultando tus relaciones sexuales.

    Recuerda que, como en cualquier problema, los pensamientos son clave en el mantenimiento del mismo, y es necesario ser muy flexible a la hora de pensar y de interpretar las situaciones.

    Olvídate de todo lo demás y céntrate en disfrutar y divertirte, porque, en ese momento, no hay nada que pensar.

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    ¡Compartir es vivir!

     
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