Formas de vivir la sexualidad según el estilo de apego

    Formas de vivir la sexualidad según el estilo de apego © Depositphotos.com/Konradbak

    Si ya has leído “¿Fracasan todas tus relaciones? Analiza tu apego” y has conseguido identificar, de forma orientativa, tu estilo personal de apego, puede que te resulte curioso saber cómo se relaciona el tipo de apego de cada persona con su forma de ser en el terreno sexual.

    Formas de vivir la sexualidad según el estilo de apego 

    Cuando hablamos de sexualidad, más bien nos estamos refiriendo a experiencia erótica, más amplia que la conducta sexual en sí misma. La experiencia erótica es la experiencia total que envuelve al comportamiento sexual en un halo de sentimientos y emociones que surgen de la interacción con la otra persona. La experiencia erótica no sólo es la situación sexual, sino también los pensamientos y sensaciones que se nos activan a cada uno en ese momento, dependiendo de las experiencias sociales y afectivas que hayamos tenido a lo largo de nuestra vida.

    ¿Cómo influyen en la sexualidad adulta las experiencias infantiles de apego?

    En su relación con las figuras de apego es donde el niño aprende a tocar y ser tocado, abrazar y ser abrazado, besar y ser besado. Experimenta diversas formas de contacto íntimo y aprende a comunicarse con los demás.

    El psicoanalista John Bowlby afirmaba que la calidad de las relaciones de apego tempranas incidirían sin duda en la vida adulta en el modo en que cada persona trata a su compañero en el terreno sexual, en relación con su sensibilidad empática, su consideración y respeto, así como en su capacidad lúdica y de entrega en el acto sexual.

    Formas de vivir la sexualidad según el estilo de apego

    Según estudios realizados por Hazan y Shaver (1987), el estilo de apego infantil tiene repercusión en el deseo y preferencias sexuales, en la estabilidad en las relaciones de pareja y en la posibilidad de encuentros sexuales extramaritales. Algunas características:

    Personas con apego seguro

    Las personas seguras se sienten cómodas en la intimidad que requiere la experiencia erótica, lo que les permite disfrutar de una sexualidad más plena y satisfactoria. Además, las personas con apego seguro:

    - Son menos propensas a cometer infidelidades o mantener relaciones sexuales al margen de su relación principal.

    - Es más probable que se impliquen en relaciones donde existe iniciativa sexual por ambas partes.

    - Suelen disfrutar en gran medida del contacto físico, con o sin sexo explícito.

    - Están más abiertas a la exploración sexual.

    - Valoran la calidad de la relación sexual más que la cantidad.

    - Se sienten más satisfechas con su vida sexual.

    Personas con apego ansioso-ambivalente

    Por otro lado, las personas inseguras (ansiosas, ambivalentes) tienden a tener mucho más presente la expectativa de abandono o pérdida, que se hace patente también en el terreno sexual. Las relaciones eróticas pueden vivirse como potencialmente dañinas para uno mismo, por miedo a sufrir o a dar más que el otro. Además, las personas con apego ansioso-ambivalente:

    Prefieren los aspectos afectivos de la sexualidad que los genitales. Disfrutan más con la expectativa de una relación sexual y con las caricias y juegos previos que con los comportamientos sexuales explícitos.

    - Los hombres ansioso-ambivalentes tienden a ser algo más reticentes a la experiencia sexual.

    - Las relaciones eróticas pueden ser percibidas como potencialmente dañinas para uno mismo, por el miedo a sufrir o a dar más que el otro. Por eso, el autoerotismo puede convertirse en el único espacio sexual protegido y seguro, a través del cual acceder a la satisfacción sexual.

    - Pueden usar expresiones intensas de indefensión y rabia como una estrategia para reclamar el contacto erótico.

    - Presentan un menor nivel de satisfacción en las relaciones sexuales

    Personas con apego evitativo

    Al contrario de las seguras, las personas evitativas parece que se ven obligadas a cortocircuitar el sistema de apego para acceder al placer sexual. Esto puede lograrse a través de relaciones sexuales no comprometidas o enajenando emocionalmente al compañero de la relación sexual, en el caso de que ésta sea estable. Por su miedo a la intimidad pueden bloquear o desconectar las emociones propias de la vinculación afectiva para hacer posible el acceso a la satisfacción del deseo erótico. Además, las personas con apego evitativo:

    - Prefieren las relaciones sexuales no comprometidas. Disfrutan más recurriendo al sexo casual y esporádico.

    - Experimentan más dificultad con la intimidad y la cercanía en la relación sexual. Por eso prefieren relaciones sexuales sin contenido emocional (sexo sin amor).

    - Tienden a sentir menos placer que las no evitadoras, pues reprimir emociones y evitar la vinculación afectiva conlleva un esfuerzo que no permite dejarse llevar por el disfrute.

    - El miedo a la intimidad les puede generar un nivel de ansiedad suficiente como para alterar o incluso bloquear la respuesta sexual. Este estado de hipervigilancia se muestra en forma de un alto grado de autoexigencia, pensando que cualquier desliz podría arruinar la relación: es el denominado “rol del espectador”.

    Sexualidad = estimulación física + estimulación mental

     

    A-tuitear

      "La satisfacción erótica es la suma de la estimulación física más los procesos psicologicos"

     

     

    La satisfacción sexual no es sólo la satisfacción genital, sino también la satisfacción de nuestras necesidades psicológicas. La verdadera satisfacción erótica es la suma de la estimulación física (percibir sensaciones corporales placenteras) más los procesos psicológicos (cognitivos y afectivo-emocionales). Ambas se influyen mutuamente, y pueden tanto potenciarse entre ellas como obstaculizarse y entrar en conflicto. Por eso no hay que descuidar ninguna de las dos.

    En definitiva, la satisfacción sexual depende de nuestra capacidad de dejarnos fluir libremente, sin bloqueos. Conocer los estilos de apego puede ser una forma de entendernos a nosotros mismos y a nuestra pareja, y así aprender a cuidar nuestras relaciones eróticas.

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    estefania-monaco-psicologa

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