¿Has tenido un aprendizaje negativo sobre el sexo?

    ¿Has tenido un aprendizaje negativo sobre el sexo? © Depositphotos.com/Petr Necas

    Cuando hablamos de sexo, la educación es fundamental.

    Como vimos en el artículo “Toda una vida para aprender sobre sexo”, siempre estamos aprendiendo cosas nuevas sobre nuestra sexualidad.

    En dicho texto vimos conceptos relacionados con el sexo que podían cambiar nuestra idea del mismo.

    En este artículo te mostraré cómo un aprendizaje erróneo sobre el sexo puede condicionar tu vida sexual.

    Además te enseñaré a enfocar el tema correctamente y así evitar posibles disfunciones sexuales.

    ¿Has tenido un aprendizaje negativo sobre el sexo?

    El sexo es algo íntimo y personal: en eso estamos de acuerdo. Cada uno lo vive como quiere (y sabe). Y esta vivencia depende exclusivamente de cómo lo hayamos aprendido.

    Es posible que, por ciertas circunstancias, hayas aprendido que el sexo es algo malo, negativo, incluso temido o repulsivo. ¿Por qué?

    Educación y sexo

    La educación comienza en la infancia, y los padres son los responsables de ella.

    Si tus padres tenían una mala relación entre ellos, desde pequeño tú has podido interiorizar ese modelo de relación; es decir, puede que hayas vivido una relación deteriorada y conflictiva por la cual hayas aprendido que las relaciones entre hombre y mujer son problemáticas.

    Esto habrá repercutido en tus futuras (ahora actuales) relaciones.

    Además, si la educación en casa ha sido muy rígida, también es probable que tu concepto del sexo se haya visto cuestionado.

    Por ejemplo: en la adolescencia es cuando empezamos a experimentar con nuestra sexualidad; si por parte de tus padres existió una reprimenda o castigo hacia tus primeras respuestas sexuales, aprendiste que el sexo es “algo malo”.

    Estos primeros aprendizajes sobre el sexo marcan el desarrollo de la vida sexual.

    Y hablando de educación rígida, la religión es otro campo que puede desarrollar un aprendizaje muy restrictivo.

    Algunas orientaciones religiosas consideran el sexo un concepto limitado o incluso prohibido, etiquetándolo de peligroso o mostrando el lado negativo del mismo.

    Si has tenido una educación sexual en esta dirección, no es de extrañar que hayas desarrollado una idea del sexo como algo dañino o perjudicial.

    Pero el aprendizaje no sólo depende de tus padres o tus educadores. Las experiencias vividas también influyen en cómo aprendes sobre las cosas.

    En este caso, haber tenido unas primeras relaciones sexuales desagradables, poco satisfactorias, o incluso dolorosas, añaden valor al concepto negativo del sexo.

    Obviamente, si hablamos de algo más grave como haber sufrido una violación, no hace falta remarcar que el suceso destroza el concepto de sexo y lo reconvierte en algo terrible y temido.

    El sexo como experiencia positiva

    Entonces, ¿se puede cambiar la idea que tienes sobre el sexo? Pues sí. El sexo no debe ser considerado como algo peligroso o dañino.

    No debemos olvidar que existen métodos anticonceptivos que impiden el desarrollo de enfermedades de transmisión sexual, el concepto más temido en cuanto a salud sexual.

    Pero cuidando esto, no se debe temer nada más.

    El sexo es una experiencia positiva, no sólo por el placer que produce y sus consecuencias saludables, sino porque es una expresión de nuestras necesidades y gustos, y una forma de compartirlos con otra persona que lo convierte en una vivencia única.

    Es una experiencia continua, y como tal debe desarrollarse.

    Hayas tenido una mala experiencia o una educación rígida, aun estás a tiempo de redescubrir los aspectos positivos del sexo.

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    ¡Compartir es vivir!

     
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