¿Cuáles son los principales mitos relacionados con la nutrición?
¿Mantequilla o margarina?
Por mucho que marcas como Flora intenten vendernos los innumerables efectos beneficiosos de su margarina, hay que tener varios detalles en cuenta.
En su composición debe figurar que esté libre de grasas hidrogenadas, puesto que éstas son incluso más dañinas que las grasas de origen animal que componen la mantequilla.
El aceite vegetal (cuando se omite de qué tipo es, normalmente es de palma) necesita un proceso de hidrogenación para pasar de líquido a sólido, dando lugar a las llamadas grasas trans.
Últimamente, muchas marcas de margarinas afirman en su composición estar libres de grasas vegetales hidrogenadas y, además, estar enriquecidas con ácidos grasos omega 3 y omega 6.
Hay alimentos que engordan y otros que adelgazan
Ésta es una afirmación completamente falsa. Es imposible atribuir propiedades adelgazantes a ciertos alimentos tales como la alcachofa, la piña o el pomelo y, por el contrario, decir que el jamón o la patata engordan.
No hay ningún alimento que haga ganar peso o perderlo: se pierde peso cuando hay un balance energético negativo, es decir, cuando se queman más calorías de las que se ingieren.
Sí es cierto que existen ciertos alimentos con mayor poder depurativo, drenante o laxante (no confundir con quemagrasas), y otros con mayor contenido en colesterol o grasas saturadas y, por tanto, menos saludables.
No es preciso ingerir alimentos de origen animal para cubrir los aminoácidos esenciales
Aunque la alimentación estrictamente vegetariana es muy saludable, no es capaz de cubrir las demandas de aminoácidos esenciales, es decir, de proteínas de alto poder biológico.
Es más, una dieta que excluya los alimentos de origen animal también es deficitaria en vitamina B12, presente sólo en los alimentos de origen animal, y en hierro hemo (hierro capaz de absorberse), también presente sólo en estos alimentos.
Para perder peso es preferible ingerir la fruta en ayunas
No es cierto: la fruta tiene las mismas calorías y nutrientes fuera que dentro de las comidas.
Sí es cierto que, al ser rica en azúcares, concretamente en fructosa, sí se recomienda a los diabéticos evitar su ingesta después de la comida para no incrementar los niveles de glucemia postprandial.
El pan engorda
El mito más expandido. Como ya he comentado anteriormente, el pan ni engorda ni adelgaza. Contiene, como el arroz y la pasta, aproximadamente 350 kilocalorías por cada 100 gramos.
Una ración de acompañamiento (40 o 50 gramos) nos aportará no más de 200 kilocalorías, equiparable a dos piezas de fruta.
Es preferible que el pan sea integral, por su mayor contenido en nutrientes y fibra. De hecho, el pan es rico en hidratos de carbono complejos, que son los que conforman la base de nuestra dieta.
La leche es sólo para los niños
La leche es un alimento muy completo que no sólo aporta calcio -indispensable en etapas como el embarazo, la lactancia y la tercera edad-; además es rica en nutrientes tales como proteínas, fósforo, vitaminas del complejo B, vitamina D y hierro.
Si es desnatada, el aporte de grasa es inferior al 1%. Sí es cierto que aproximadamente un 40-50% de la población adulta es intolerante a la lactosa, el principal azúcar de la leche, por lo que yo siempre recomiendo a mis pacientes consumir leche sin lactosa y así favorecer la digestión.
Os recomiendo este artículo de Juan Revenga en el que también deja bastante claro que consumir leche en la adultez no es ninguna aberración.
Como podréis observar, aquí sólo he expuesto una pequeña muestra de algunos de los mitos más arraigados en el campo de la nutrición, pero se podrían enumerar cientos.
Es, por ello, importante remarcar la figura del dietista-nutricionista en el ámbito de la alimentación, pues él es quien puede ayudarnos a tomar el camino correcto y a disfrutar de lo que comemos sin culpabilizarnos por ello.