Cómo evitar la formación de piedras biliares mediante la alimentación
¿En qué consiste la litiasis biliar?
La litiasis biliar se basa en una acumulación de cálculos o piedras de sales biliares en el interior de la vesícula biliar o de sus conductos, provocando una obstrucción de los mismos.
La vesícula biliar es un órgano pequeño situado debajo del hígado cuya función es almacenar y concentrar la bilis que finalmente desemboca en el intestino delgado.
El papel de la bilis es el de facilitar la digestión de las grasas y favorecer su posterior absorción.
Hay varios tipos de cálculos biliares, pero los más comunes en los países occidentales son los cálculos de colesterol. Es por ello que la relación entre dieta y formación de litiasis biliar está justificada.
¿En qué medida influye la dieta?
Los cálculos de colesterol aparecen por fallos en el metabolismo del colesterol y de las sales biliares, dando como consecuencia una precipitación del colesterol en la bilis en forma de cristales.
Hay varios factores que influyen en su aparición:
1-. La obesidad
Los individuos obesos tienen el doble de riesgo de formación de cálculos biliares que los individuos de peso normal.
Esto ocurre porque en las personas obesas aumenta la secreción biliar de colesterol. Este aumento en la secreción de colesterol es paralelo al aumento de peso.
También puede jugar un papel importante el hiperinsulinismo (incremento de los niveles de insulina en sangre , frecuente en personas obesas, algo que contribuye a aumentar la saturación de la bilis con colesterol).
Los obesos suelen tener también una vesícula biliar de mayor volumen que la de los individuos en normopeso, y sufren con mayor frecuencia trastornos motores de la vesícula que favorecen el estancamiento de la bilis.
2-. Pérdida de peso
El riesgo de formación de cálculos biliares aumenta en los individuos obesos durante los periodos de pérdida de peso, sobre todo con las dietas estrictas y periodos de ayuno.
Esto es debido a que, durante la restricción calórica, aumentan la secreción biliar de colesterol y la saturación de éste en la bilis.
Durante los periodos de ayuno prolongado también aumenta la viscosidad de la bilis y su tiempo de evacuación es mayor, suponiendo un mayor riesgo de formación de cálculos.
En ello radica la importancia de planificar los programas de adelgazamiento para que sean graduales y sostenidos.
3-. Consumo de carbohidratos refinados
Una dieta rica en azúcares simples se asocia a un aumento en el riesgo de formación de cálculos biliares, dado que la rápida absorción de estos carbohidratos a nivel intestinal puede estimular al páncreas para secretar más insulina, lo que contribuye a que el hígado segregue bilis más saturada de colesterol.
4-. Colesterol y triglicéridos
Dado que los cálculos son, en su mayoría, de colesterol, conviene limitar un poco la ingesta del mismo, sobre todo en la personas con niveles altos de colesterol, triglicéridos u obesidad mórbida.
Se aconseja consumir diariamente una cantidad de colesterol inferior a 300 miligramos.
5-. Sedentarismo
Como ya sabemos, la inactividad contribuye a un aumento del riesgo de obesidad y de desarrollar litiasis biliar.
Por ello se aconseja la práctica de ejercicio de forma moderada, pero habitual y prolongada en el tiempo (30-60 minutos/día).
La importancia de la fibra
A todos los factores dietéticos que nos llevan a padecer cálculos biliares se suman factores protectores como la ingesta de fibra, puesto que la saturación de la bilis disminuye al aumentar el consumo de fibra y disminuyendo paralelamente el consumo de carbohidratos refinados.
La fibra acelera el tránsito intestinal, lo que dificulta la formación de cálculos y contribuye a evitar elevaciones bruscas de la glucemia, con lo que se modula la saturación del colesterol en la bilis.
Por otra parte, los alimentos ricos en calcio, como los lácteos, también actúan como un factor de prevención frente a la colelitiasis, ya que el calcio forma sales con los ácidos biliares, contribuyendo a disminuir sus niveles en la bilis.
Del mismo modo, conviene evitar el déficit de vitamina C, dado que esta vitamina interviene también en la síntesis de ácidos biliares. Ejemplos de alimentos ricos en vitamina C son los cítricos, el pimiento, el tomate, el brócoli, las coles de Bruselas, las fresas y las espinacas.
Dado la gran relación existente entre el riesgo de formar piedras en la vesícula biliar y la dieta, es fundamental incidir en ésta primero desde la prevención, puesto que ya sabemos que las personas con exceso de peso tienen más predisposición a esta enfermedad, pero también la tienen los descendientes de las personas que lo padecen, las gestantes y quienes utilizan ciertos fármacos como los hipolipemiantes (agentes con función de disminuir los niveles de grasa) de forma habitual.
Una vez establecida la patología de cálculos biliares, la dieta ayuda a evitar su formación y disminuye el riesgo de una nueva aparición.