Dulce y... pesada Navidad

    Dulce y... pesada Navidad © Depositphotos.com/Monkeybusiness

    Dado que diciembre es un mes casi dedicado a la fiesta (y a la comida), en el que las reuniones familiares se expanden casi tanto como los centímetros en la cintura, y también las recomendaciones dietéticas pasan desapercibidas bajos los influjos del paladar, aprovecho para recordaros que aunque todos somos humanos y la comida de la abuela puede cegarnos en días tan señalados no hemos de dejar de lado nuestro cuerpo y las advertencias sanitarias.

    Dulce y... pesada Navidad

    En Navidad ingerimos unas 4000 kilocalorías al día

    En los días de Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes, la mayoría de gente come tres o cuatro veces más de lo que lo haría en un día normal, consumiendo miles de calorías en tan sólo unas horas.

    En una investigación realizada en la Universidad de Oxford dirigida por el doctor Peter Scarborough se estimó que, en esos días, el consumo promedio puede llegar a las 4000 kilocalorías repartidas entre carnes rellenas, pasteles de Navidad, aperitivos, alcohol y dulces.

    Ahora bien, ¿sabes qué repercusiones tienen estos excesos navideños? Todos los extras en alimentación (y no precisamente sana) pueden causar problemas de salud a largo plazo.

    Las calorías de más, como es obvio, deben ir a alguna parte, así que la figura no sólo se agranda, sino que aumenta la presión arterial, el colesterol y el azúcar en la sangre.

    Enfermedades como las cardiovasculares o la diabetes tardan años en desarrollarse, pero si le les suma una dieta no del todo correcta durante el resto del año y los excesos de los períodos festivos, está claro que se agravan los problemas de salud que ya pueden estar en proceso.

    Además, para que te hagas una idea, para quemar las calorías consumidas sólo en el día de Navidad necesitarías más de siete horas de ejercicio intenso, como el ciclismo de alta competición.

    ¿En qué medida se pueden evitar estos excesos Navideños?

    Para evitar caer en la tentación de las delicias navideñas es recomendable que no te saltes ninguna comida y que comas con regularidad para evitar atracarte en una sola comida grande.

    No comer cinco veces al día puede conducir a un hambre exagerada y a la toma de malas decisiones.

    Trata de que, acompañando a las comidas principales, no falte una ensalada o un plato de verduras con proteína magra, que te ayudarán no sólo a saciar el apetito sino también a proporcionarte la fibra necesaria para lograr digestiones satisfactorias y evitar la pesadez que tanto acompaña a las comidas copiosas.

    Ni que decir tiene que conviene incluir las frutas como postre en lugar de dulces navideños y moderar el alcohol, porque, tal y como comentamos en el artículo “Que no te pese el alcohol”, éste contiene muchas calorías vacías que no le hacen ningún bien a tu cuerpo.

    Tampoco abuses de las salsas y de los precocinados, dado que son ricos en grasas nada saludables.

    Recuerda que, aunque muchos defienden que estos días no están dedicados al cuidado del cuerpo sino al disfrute de la comida, siempre podemos usar la razón y disfrutar, claro está, con moderación y respetando en la medida de lo posible los principios de toda alimentación sana.

    También puedes aumentar tus sesiones de ejercicio pre, durante y post-vacaciones para aligerar un poco la carga y equilibrar los excesos.

    Desde EPDH queremos que pases muchas navidades junto a nosotros y te motivamos para que sean desde la felicidad y la salud.

     Fuentes bibliográficas :

    -British Heart Foundation

    ¡Compártelo si te ha gustado!

     
    Go to top