Cambia tus creencias sobre las discusiones de pareja
“Dos no discuten si uno no quiere”. Ésta es una de las expresiones típicas acerca de los conflictos interpersonales, sobre todo en cuestión de relación de pareja.
Igual que existen creencias erróneas acerca de cómo debería ser una relación ideal , también las hay acerca de las discusiones y todo lo que conllevan.
Las ideas que subyacen en los conflictos
Una de estas creencias es que hay que estar por encima del otro para que éste no descubra tus debilidades.
Al intentar ir un paso más arriba que la pareja, estamos directamente menospreciándole y considerándole de una forma que no es la adecuada.
Del mismo modo, este tipo de pensamiento lleva a creer que, si el otro conoce los puntos débiles de la pareja, los utilizará en su contra, lo que expresa la relación como una guerra y a la pareja como un enemigo, algo totalmente fuera de lugar, irreal y profundamente dañino.
Otra idea que muchas personas creen a rajatabla durante las discusiones de pareja es que se tiene controlar al otro en ese período de pelea.
La necesidad de control de la situación y del comportamiento de la pareja demuestra la propia debilidad del que lo piensa, que quizá no es capaz de asumir la responsabilidad de algún hecho, o tal vez quiera llevarlo a un terreno en el que se le dé la razón y así su ego pueda crecer.
Cada uno debe ser libre para opinar cualquier cosa sobre la relación, siempre de forma asertiva y sin atacar al otro, pero defendiendo su derecho a decirlo.
La importancia de expresar bien las opiniones y sentimientos
Por otro lado, desde el punto de vista de quien se siente atacado, algunas parejas creen que el otro miembro disfruta burlándose o ridiculizándole.
Muchas veces, la manera de expresar las cosas no es la adecuada, pero esto no quiere decir que la intención del otro sea dejar por los suelos a su pareja.
Si algo te molesta, dilo siempre de forma correcta, pero no des un salto a interpretaciones del tipo “lo ha dicho con intención de herirme”, “sabe cómo hacerme daño”, etc.
Toda esta clase de pensamientos es muy perjudicial para la relación.
Finalmente, una última idea que subyace en los conflictos de pareja es creer que la única forma de el otro entienda que no puede salirse con la suya es atacando, de tal forma que se está alerta para reaccionar de forma inmediata.
Si estás siempre pendiente de aprovechar cualquier cosa que diga o haga el otro para reprochar, atacar directamente o utilizarlo en su contra, la dinámica de la relación es muy negativa, y hay que hacer algo por cambiarla.
No se trata de una pelea a ver quién es más fuerte, quién tiene más razón o quién ha hecho peores cosas. No forméis una pareja en guerra, porque los conflictos se harán cada vez mayores y más persistentes.
No os dejéis llevar por unas ideas irreales y terribles que lo único que conseguirán es destrozar vuestra relación.