Guía para encajar con la familia política
Veamos algunos consejos psicológicos que nos pueden ayudar a la hora de gestionar las relaciones con las familias políticas:
1.- No tienes ninguna obligación de quererlos
Puede parecer una afirmación cruda, pero es así. No son tu familia; son la familia de tu pareja y es lógico y sano que ella quiera frecuentarlos y hacerlos partícipes de vuestras vidas.
No obstante, a ti no tienen por qué parecerte maravillosos.
Bastará con guardar las formas y tratarlos con educación y calidez. Si además de eso acabas por quererlos, mejor.
2.- Para tu pareja es importante que formes parte de su familia
Una relación de pareja implica compartir la vida con alguien.
Pues bien: la familia es tan importante para la mayoría de las personas que, llegado un momento, compartir la vida familiar se convierte en un pilar muy importante de las relaciones de pareja serias.
3.- Protege a tu pareja cuando no se le trate con educación
En ocasiones pueden producirse faltas de respeto que no hay que dejar pasar como si nada.
Cuando lo consideres necesario o tu pareja te lo pida, defiéndela frente a cualquier familiar que no se comporte con educación.
Esto es algo fundamental, no sólo para tu pareja sino también para vuestra relación.
4.- Conviene fomentar la equidad en los tiempos que pasáis con las distintas familias
En este asunto, como en muchos otros que atañen a la pareja, el objetivo es que cada uno dé su brazo a torcer en el 50% de las ocasiones.
Si hay uno que transige más que el otro, la relación puede terminar por saturarse… y la saturación abre la puerta a los problemas de pareja.
Así que, si consideras que pasáis más tiempo con la familia de tu pareja que con la tuya y ello te molesta, no te lo calles: negociadlo.
5.- No entres a las críticas
Si detectas que en las reuniones familiares se tiende a criticar a aquellos que no están presentes, mantente al margen de manera diplomática.
Todo lo que digas podrá ser utilizado en tu contra si entras en un juego tan nuestro como el de la crítica.
Si algún familiar critica a tu pareja delante de ti, invítale a callarse educadamente. Las diferencias deben solucionarse en privado.
6.- Recuerda: tu relación de pareja es la prioridad
Una pareja fuerte disfruta de sus respectivas familias; una débil puede dejarse absorber por ellas.
7.- Si hay hijos, las visitas de las familias políticas serán normalmente más frecuentes
Poner límites os ayudará a evitar conflictos
Cuando sea necesario habrá que poner ciertos límites:
- Las visitas han de producirse con previo aviso. Nada de permitir que los familiares se presenten cuando quieran. Pese a que tus suegros tengan llave de tu casa, deberían llamar siempre antes de ir a vuestra casa.
- La educación de los hijos la deciden los padres, no los abuelos ni los tíos, por mucha experiencia que tengan. Así que no delegues en ellos ni dejes que se tomen esa libertad.
- Ni tus suegros ni tus padres deberían meterse en los asuntos privados de la pareja a no ser que les pidáis consejo.
“De la familia y del sol, cuanto más lejos mejor”, dice el refranero.
Sin embargo, si respetamos estos consejos haremos cierto otro refrán más optimista, que asegura: “nada mejor en la vida que una familia unida”.