¿Qué entendemos por ‘pareja moderna’?
La sociedad no deja de avanzar. Las parejas también evolucionan y cambian, adaptándose al estilo de vida que la sociedad marca. En la actualidad se le da mucha importancia a la individualidad.
Como vimos en “¿Qué tipo de pareja somos?”, el amor es un concepto que engloba muchos componentes como el compromiso, la intimidad, el deseo, la comunicación, la pasión, etc.
Sin embargo, según una encuesta realizada en Estados Unidos sobre qué debería tener una buena pareja, salen a la luz y crecen conceptos como la capacidad para resolver problemas, ser hábil socialmente y también un poco de independencia.
Las personas buscamos una pareja que sepa lidiar con los problemas del mundo, y damos importancia a aspectos relacionados con el exterior (que sepa cuidar de la familia, superar las dificultades que puedan llegar, que tenga estabilidad laboral, etc.).
La supervivencia de estas nuevas parejas pasa por entender que la relación engloba tanto aspectos internos como externos, y que lo que nos rodea influye igual o más que la propia pareja, por lo que hay que seguir unidos ante las dificultades a las que se enfrenten.
El concepto de pareja tradicional
El concepto que tenemos de pareja tradicional es el matrimonio en el que el hombre trabaja, ambos lo hacen todo juntos y tienen poca vida social más allá del otro miembro, e incluso juegan roles establecidos: por ejemplo, el hombre se dedica a los aspectos económicos de la familia y la mujer a las tareas del hogar.
Estas ideas son, al fin y al cabo, prejuicios de lo que consideramos una relación de pareja anticuada, machista y desestructurada. Por ello, nuestra imagen de pareja moderna es la formada por dos personas que trabajan, que no tienen roles definidos y que disfrutan de una vida social independiente.
Sobre el papel, éstas son características muy positivas para la relación. No tener adjudicado un rol en la pareja es muy importante para el funcionamiento de la misma: ser flexible en la forma de comportarse con el otro y adoptar nuevas formas de relacionarse según las circunstancias es vital para una buena salud en pareja.
Y, por otro lado, necesitamos cierto grado de independencia. No todo debe ceñirse a la relación con el otro, sino que existen más aspectos en la vida que hay que cuidar, como los amigos, la familia, el trabajo y los gustos y aficiones de cada uno.
La autonomía consiste en la autorrealización personal, en conseguir metas por uno mismo. Eso sí: no debemos confundir esto con el pasotismo o la indiferencia hacia el otro.
La independencia en la relación la marcaréis vosotros, siempre teniendo en cuenta que, además de ser una pareja, tenéis mucho más a lo que dedicaros individualmente.
¿Parejas jóvenes, parejas modernas?
¿Cumplen estos criterios las parejas jóvenes? Según un estudio realizado por la Delegación de Gobierno para la Violencia de Género, el 60% de las mujeres que tienen una relación reciben mensajes machistas de sus parejas a través del móvil y redes sociales.
Estos servicios permiten un control total por parte de la pareja, y ellas consideran que actitudes machistas, tales como espiar el móvil, decidir si salen o si no y con quién, o incluso elegir la ropa que van a ponerse son formas naturales de comportarse y lo ven como algo perfectamente normal.
El mito de que los celos son una expresión del amor permanece y crece en los jóvenes, promovido quizá por los estereotipos de relaciones de pareja que se ven en películas, series o novelas de la actualidad, en que el ideal es la mujer dispuesta, dependiente y a la expectativa del comportamiento del hombre.
Aspectos que se acercan a la idea de posesión y exclusividad que es el inicio de la violencia de género.
En definitiva, las parejas modernas no son más que aquellas que se inician en la actualidad. No existen propiedades que las definan, sino aspectos que consideramos buenos para una relación. Pero según los datos, estas características no se cumplen en los jóvenes; parece que retrocedemos en vez de avanzar.
Es obvio que, en este aspecto, hay algo que debemos cambiar.