¿Es el perfeccionismo un defecto o una virtud?

    ¿Es el perfeccionismo un defecto o una virtud? © Depositphotos.com/Alphaspirit

    En la sociedad actual, algunas personas consideran que ser perfeccionista es una virtud.

    En el ámbito laboral es frecuente escuchar a personas que califican como “bueno” que un trabajador esté en búsqueda constante de la excelencia.

    En ocasiones, el perfeccionismo se considera la base del éxito.

    ¿Es el perfeccionismo un defecto o una virtud?

    ¿Qué significa ser perfeccionista?

    El perfeccionismo se define como la tendencia a mejorar indefinidamente un trabajo sin decidirse a considerarlo acabado.

    Las personas perfeccionistas se exigen mucho a sí mismas y viven obsesionadas con hacer las cosas de manera extraordinariamente correcta.

    El perfeccionismo es un trabajo de búsqueda de la excelencia que nunca acaba y que, por el camino, va generando insatisfacción, ansiedad y estrés.

    En los casos más extremos, el perfeccionista puede padecer depresión o desarrollar conductas obsesivas.

    Las características del perfeccionista

    Un perfeccionista se caracteriza por:

    - Valorarse a sí mismo en función de los éxitos y fracasos, en vez de en función de sus cualidades.

    - Miedo al rechazo.

    - Autocrítica exagerada y no objetiva.

    - Autoexigencia muy elevada.

    - Necesidad de aprobación de los demás.

    - Pensamiento polarizado (todo o nada). Para los perfeccionistas no existen puntos intermedios: si algo no es perfecto, es que está mal.

    - Considerar los errores como grandes fracasos.

    El perfeccionista en el trabajo

    En el trabajo, ser perfeccionista se asocia con ser poco productivo. La productividad se entiende como la relación óptima entre los medios invertidos (tiempo y esfuerzo) y el resultado obtenido.

    Como es de esperar, un resultado “perfecto” requerirá grandes dosis de esfuerzo y muchas horas trabajadas.

    En el ámbito laboral, los perfeccionistas tienden a:

    - Ser más propensos a sufrir adicción al trabajo.

    - Tener dificultades para delegar tareas.

    - Ser indecisos y tener dificultad para tomar decisiones.

    - Tener la sensación constante de que pueden o deben mejorar lo que están haciendo o lo que ya finalizaron.

    - Revisar varias veces las tareas terminadas.

    - Preocuparse excesivamente por la opinión de los demás.

    Pasamos muchas horas trabajando y es necesario aprender a disfrutar con el trabajo bien hecho, que no necesariamente debe ser excelente.

    Esto no significa que dejemos las cosas a medias, sino que finalicemos nuestras tareas con un nivel aceptable de calidad, sin obsesionarnos por la perfección.

    Recomendaciones para luchar contra el perfeccionismo

    - No mires con lupa todo lo que hay a tu alrededor buscando el error. Disfruta de cada situación tal y como es.

    - Acepta que errar es humano y deja de considerar los errores cometidos como grandes fracasos para pasar a verlos como una oportunidad para mejorar y desarrollarse.

    - No pienses que es irresponsable dejar de buscar la perfección. Entre la perfección y el desastre existen muchos puntos intermedios. Cumple tus objetivos y trata de mejorar, pero evita los extremos.

    - El perfeccionismo no te llevará al éxito. Buscar obsesivamente la excelencia puede limitarte, generarte ansiedad e inseguridad, retrasar indefinidamente la finalización de tus tareas, etc.

    Una reflexión interesante sería: ¿Qué se esconde detrás de la búsqueda constante de perfección? ¿Es la búsqueda del éxito o la evitación del fracaso y la crítica?

     

    "Hecho es mejor que perfecto"
    Mark Zuckerberg

     

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    Cristina-de-Alba

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