Sobrecarga mental en el trabajo: qué es y cómo prevenirla

    Sobrecarga mental en el trabajo: qué es y cómo prevenirla © Depositphotos.com/Realinemedia

    La carga de trabajo es el conjunto de exigencias físicas y mentales a las que se ve sometido el trabajador en su jornada laboral.

    Cuando estas exigencias sobrepasan las capacidades del trabajador aparece la sobrecarga, que tiene consecuencias negativas para la persona y la empresa.

    Todo trabajo conlleva una serie de exigencias físicas y/o psíquicas. Dependiendo del puesto desempeñado, predominará la carga física o la carga mental. De esta última nos ocuparemos en el artículo presente.

    Sobrecarga mental en el trabajo: qué es y cómo prevenirla

    La carga mental está influenciada por dos factores: las exigencias intelectuales del trabajo y las habilidades o recursos de los que dispone el trabajador para afrontarlas.

    La carga mental puede ser inadecuada por exceso (sobrecarga) o por defecto de trabajo (subcarga). Las exigencias de las tareas intelectuales van ejerciendo presión sobre el trabajador.

    Si el grado de tensión mental no es demasiado elevado, se podrá dar respuesta a las demandas del trabajo y desempeñar las funciones correctamente.

    Por el contrario, si la tensión es excesiva, la persona podría sufrir sobrecarga mental, lo cual tendría efectos perjudiciales para su salud (fatiga mental, estrés, saturación mental, falta de concentración…).

    Efectos de la sobrecarga mental: la fatiga mental

    Ante un esfuerzo mental intenso o prolongado, la capacidad de resistencia de la persona se va debilitando progresivamente.

    A esta disminución de la eficiencia funcional física y mental se la denomina fatiga mental.

    La fatiga mental afecta de manera global a todo el organismo, manifestándose mediante síntomas psíquicos, físicos y emocionales (frustración, cansancio, mayor frecuencia de errores, peor relación esfuerzo/resultado, falta de concentración y atención, etc.).

    La fatiga mental puede ser normal (recuperable mediante el descanso), pero si la sobrecarga mental es continua y no se toman medidas preventivas, puede volverse crónica.

    La fatiga crónica puede tener graves consecuencias para la salud del trabajador (depresión, ansiedad, irritabilidad,  alteraciones del apetito y del sueño, etc.).

    ¿Qué factores contribuyen a la aparición de la sobrecarga mental?

    En cuanto a las exigencias de las tareas a desempeñar, los principales factores que pueden provocar la aparición de sobrecarga mental son:

    - Recibir excesiva información, de multitud de fuentes o muy compleja.

    Presión temporal: necesidad de procesar la información y/o dar una respuesta de manera muy rápida.

    - Necesidad de mantener una atención sostenida durante un largo periodo de tiempo.

    - Realización de tareas cognitivas complejas (razonamiento, solución de problemas, análisis, interpretación, comprensión…).

    - Ejecución prolongada de tareas de procesamiento de datos.

    - Trabajos que requieren excesiva precisión y meticulosidad.

    ¿Qué factores me protegen de la sobrecarga mental?

    Existe una serie de características personales que influyen en la capacidad del trabajador para afrontar la carga mental.

    Cada persona reacciona de manera diferente en función de variables como su edad, nivel de aprendizaje, personalidad, actitudes hacia el trabajo, estado de salud, etc.

    Las características “protectoras” frente a la sobrecarga mental en el trabajo son:

    - Elevados niveles de autoestima.

    - Motivación

    - Satisfacción en el trabajo.

    - Habilidades y competencias en el desempeño de las funciones y tareas.

    - Cualificación/capacitación necesaria.

    - Conocimientos y experiencia profesional adecuada a los requerimientos del puesto.

    - Alta tolerancia a la frustración.

    El papel de la empresa en la prevención de la sobrecarga mental

    Las organizaciones también sufren las consecuencias negativas de la fatiga mental de los trabajadores (absentismo, accidentes laborales, menor productividad, etc.).

    Por ello, deben poner en marcha medidas preventivas como:

    Estrategias organizacionales

    Modificar las exigencias del puesto de trabajo y las condiciones del entorno, rediseñar el puesto de trabajo, reformular el contenido de las tareas, reorganizar el tiempo de trabajo, reducir la carga informativa, etc.

    Estrategias personales

    Fortalecer la capacidad de resistencia del trabajador mediante la formación, entrenamiento en diferentes habilidades y destrezas, instrucciones para desarrollar mejores estrategias de trabajo, etc.

    El papel del trabajador en la prevención de la sobrecarga mental

    Si sufres sobrecarga mental en tu trabajo, puedes poner en práctica estrategias que te permitan prevenir y afrontar la sobrecarga mental:

    Ralentizar el ritmo de trabajo (si no se requiere un tiempo de respuesta rápido).

    - Utilizar recordatorios externos para no exceder la capacidad de la memoria de trabajo.

    - Realizar comprobaciones puntuales del trabajo ya realizado para comprobar su calidad y verificar que no existen errores producidos por la fatiga mental.

    - En la medida de lo posible, realizar pausas y descansos durante la jornada.

    - Búsqueda de apoyo social en la empresa.

    - Seguir un patrón de sueño y descanso acorde a tus necesidades.

    En resumen, las consecuencias negativas de la sobrecarga mental hacen necesaria la puesta en marcha de medidas que nos protejan frente a ella.

    Si consideras que las exigencias de tu trabajo te desbordan, es el momento de actuar para evitar un estado de fatiga mental crónica y sus graves efectos dañinos para la salud.

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    Cristina-de-Alba

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