No maltrates tu espalda: ¡Adopta las posturas correctas!
Al dormir: empezaré por esta rutina que significa tanto para ti. ¿A quién no le gusta dormir y descansar de sus duros días de entregada vida? ¿Y si además evitamos los dolores mañaneros que aparecen por causa de una mala postura?
Está claro que cada uno tiene sus manías y posiciones favoritas: mi intención no es que cambies de postura sino que, utilices la que utilices, mejores la seguridad de tu organismo teniendo en cuenta pequeños matices:
Cuidar al espalda al dormir
Expertas como Ángeles Prada, licenciada en Medicina y Cirugía, nos recomiendan dormir tumbados lateralmente sobre el costado, intentando rellenar el hueco entre la cabeza, el cuello y los hombros con una buena almohada.
Así conseguiremos que la altura de la cabeza permita mantener alineado el cuello sin dejarnos las cervicales en el intento.
No obstante, si prefieres dormir boca arriba, te recomiendo una almohada pequeña para evitar tensión en las cervicales y un rodillo o almohada bajita bajo el hueco que dejan tus rodillas.
De esta manera favorecerás la relajación de la musculatura extensora del tronco, como por ejemplo la zona lumbar.
Si tu posición favorita es bocabajo, has de saber que es la menos indicada, pues dificulta los movimientos respiratorios y se acentúa la hiperlordosis lumbar (o sea, se produce un incremento de la curvatura de la columna vertebral).
Por ello, en este caso te pediré que pruebes otra posición o que controles al máximo la alineación de su espalda.
Cuidar la espalda cuando estás sentado
Cuando estamos sentados una postura tan rutinaria como estar sentado puede acarrear una molestia general si no adoptamos unas sencillas pautas:
- El cruce de las piernas provoca una inclinación lateral de la pelvis, además de dificultar la circulación sanguínea, favoreciendo la aparición de venas varicosas.
- Las rodillas deberán estar a la misma altura que las caderas.
- Hemos de procurar que la base de la silla sea relativamente corta y con un respaldo largo, manteniendo las curvaturas naturales de la espalda.
- Conviene levantarse aproximadamente cada hora y realizar pequeñas extensiones de tronco con los brazos estirados hacia arriba (¡se permite dejar escapar algún bostezo!).
En cuanto al trabajo, esa actividad que generalmente ocupa la mayor parte de nuestra rutina diaria y en la que necesitas estar concentrado, buscaremos una postura que evite pequeñas molestias que nos hagan perder el tiempo, y realizaremos ejercicios compensatorios de la musculatura menos usada y estiramientos de aquellas zonas que notes más cargadas en nuestras horas libres.
Y lo más importante: cada vez que cojamos objetos del suelo, iniciaremos siempre el movimiento con las rodillas flexionadas, nunca extendidas. Así favorecemos la postura vertical de la columna.
Como te he dicho, éstos son pequeños matices que muchas veces no tenemos en cuenta y que nos producen molestias innecesarias.
Espero que mis consejos te hayan servido y que ahora tengas una idea algo más clara sobre cómo conservar tu espalda en un estado natural y saludable.
Recuerda que la práctica de actividad física mejora tu vida y la de tu entorno.
Bibliografía:
- Casimiro A.J., Prada Á., Muyor J.M., Aliaga M. (2005) Manual básico de prescripción de ejercicio físico para todos. Almería. Ed. Universidad de Almería