Los riesgos de los videojuegos

    Los riesgos de los videojuegos © Depositphotos.com/Speedo101

    Los niños de hoy en día suelen pasar muchas horas al día frente a la pantalla de sus ordenadores, videoconsolas, tabletas y/o smartphones.

    Gran parte del divertimento juvenil es actualmente de tipo virtual, lo cual, a priori, no tiene por qué ser algo malo.

    La clave está en cómo gestionar esta realidad para evitar que interfiera en el desarrollo social y mental de los niños y adolescentes.

    Los riesgos de los videojuegos

    Podríamos dividir el entretenimiento virtual en dos estilos bien diferenciados.

    1.- El primero de ellos es el formado por aquellos videojuegos que se disfrutan a solas.

    En éstos el niño juega contra la máquina, aislándose del mundo exterior.

    2.- En el segundo tipo entrarían aquellos videojuegos que favorecen la interacción entre los jugadores, sean otros amigos o miembros de la familia.

    Las consecuencias serán bien diferentes para los niños según se trate de uno u otro tipo de juegos.

    Controlar el tiempo que pasan frente a las pantallas

    “Mi hijo puede pasar más de tres horas al día sentado frente a la videoconsola”, me decía la madre de un chico de 12 años. “Y, pese a ello, tengo que insistirle más de 10 veces hasta que la apaga”.

    Nos guste más o menos la idea, del mismo modo que racionamos la alimentación que ingieren los pequeños, también se debe racionar el tiempo de juego electrónico.

    Si no, uno de los riesgos que corremos es que se genere dependencia de los mismos e, incluso, aislamiento del entorno.

    Cada vez es más frecuente la adicción a los juegos online en jóvenes, pues se han convertido en un instrumento de evasión muy accesible y tentador.

    Por dar una consigna, entre semana el tiempo máximo diario de juego virtual individual debería ser de una hora para niños mayores de 10 años.

    Media hora, en caso de que el niño sea menor.

    El juego será siempre un premio tras haber finalizado las tareas escolares para el día siguiente. Además, se dejará tiempo para que el niño aprenda a divertirse con otro tipo de juegos no electrónicos.

    Los fines de semana un poquito más de tiempo

    Durante los fines de semana, el tiempo de juego electrónico podrá alargarse hasta las dos horas en los niños mayores de 10 años.

    “Si sólo le dejo una hora, mi hijo empieza a decirme que se aburre”, dicen muchos padres. Seguro que se aburre al principio.

    No es probable que sepa entretenerse jugando a otras cosas, porque quizás haya perdido la costumbre.

    Pero del aburrimiento surgen la imaginación y la creatividad. Así que no te preocupes si se aburre: no es ningún drama.

    Eso sí, no sustituyas la pantalla de la videoconsola por la del televisor. Éste también debe estar racionado a su serie favorita o un programa determinado.

    En definitiva, racionando los videojuegos buscamos ampliar el abanico de opciones lúdicas de los niños.

    No olvides que jugando e imaginando se desarrollan capacidades fundamentales para su etapa adulta.

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