¿Qué le pasa a mi hijo cuando se convierte en un adolescente?
“Parece que me lo han cambiado”: es lo que piensas cada vez con más frecuencia. Pero no, no es otra persona: simplemente está creciendo y entrando en la adolescencia.
El niño que celebraba su noveno cumpleaños en un parque infantil con sus compañeros y toda la familia es ahora un adolescente de trece años que lo celebra saliendo una tarde con sus amigos.
Dos o tres años antes podríamos estar hablando ya de una adolescencia temprana o precoz, mientras que si el desarrollo físico no se ha completado hasta los dieciocho o diecinueve, hablaríamos de adolescencia tardía.
Principales cambios durante la adolescencia
Son muchos los cambios que se producen en esta etapa de la vida, y muchos los factores que determinan este desarrollo:
- Cambios físicos
Quizá los más significativos. La pubertad es la precursora del crecimiento en altura que sufren los niños a esta edad (el famoso “estirón”), pero también del cambio de voz y del crecimiento muscular en los hombres, y del aumento del peso corporal en las mujeres.
Sin embargo, las alteraciones más importantes son las relativas a la madurez sexual, como los cambios genitales, la menstruación o la aparición del vello.
- Cambios psicológicos-cognitivos
El principal tiene que ver con el cambio en la forma de pensar. De niños pensamos de forma más concreta.
El adolescente empieza a crear lo que se llama “pensamiento abstracto”, una forma de razonar mucho menos palpable y perceptible, pero que activa su lógica y deducción.
Es por ello que, en esta etapa, comienzan a desarrollarse esas grandes dudas y cuestiones transcendentales que modifican todo su pensamiento.
- Cambios sociales
Mientras que en la niñez la familia es el ambiente que más influye, el adolescente va distanciándose cada vez más de ella y formando un grupo de amigos con los que se siente más identificado, y cuyas relaciones se convierten en más íntimas.
La “pandilla” adquiere una personalidad que cambia al adolescente y que puede llegar a causarle una crisis de identidad.
Así que relájate: estos cambios son normales y se deben a la edad. Consiguen que tu hijo se convierta en el adulto que será.
Recuerda: todos pasamos por esa etapa y, lo que es más importante, el primer paso para comprender la adolescencia de tu hijo es entender que tu hijo es un adolescente.